Señora de la Vida, ante Ti hago mis votos por los caminos que debamos transitar. Que nuestra mirada se mantenga hacia adelante. Que no abandonemos la marcha. Que nuestras fuerzas se renueven en el momento oportuno. Que la esperanza resista cuando sobrevenga la frustración. Que sepamos levantarnos al caernos. Que nos abriguemos de valor ante el temor. Que encontremos sabiduría para recorrer la duda y lo desconocido. Que no perdamos el afecto y la sensibilidad por las cicatrices de la brega. Y que al final seamos distintos y hayamos cambiado por haber recorrido los caminos necesarios sin negarnos a nosotros mismos y sin dejar de encontrarnos con los otros. En memoria de Jesús de Nazaret, amén.
Vida, praxis, pensamiento y lenguaje.