Mis palabras me sucederán. Son mías. Las he usado para articular sentimientos, ideas, recuerdos... Pero algo en ellas no me pertenece. Al significarlas se ubican frente a mí, pero también frente a otros. Adquieren corporalidad (un corpus , diría Francis Jacques). Algún día, la idea de mi existencia sólo se alcanzará a través de mis palabras. Entonces, yo seré su creación.
Vida, praxis, pensamiento y lenguaje.