Las palabras comprometen. Atestiguan nuestra forma de vida. Nombrar el día es identificar la luz. Decir "no puedo" es reconocer los límites. Afirmar "te amo" es encontrar un lugar para la pertenencia y el afecto. Incluso, mentir es confesar que se vive de lo falso. (Editado, 29/12/14)
Vida, praxis, pensamiento y lenguaje.